No me enfadaré

Inés es una mamá y le está hablando a su hijo de corta edad.

Inés: (dulce) Cariño, ¿abriste el cajón de la cómoda?, ¿buscaste algo?, ¿cogiste algo?… No me voy a enfadar, cielo, te lo prometo. Sólo contéstame, por favor: ¿Fuiste tú quien abrió el cajón de la cómoda de mi habitación? (El niño no contesta). Necesito saberlo, no me enfadaré. Necesito saber… mira, te explico: necesito saber si hay ladrones, ¿sabes?, ladrones que entran por la noche, mientras dormimos, y tocan nuestras cosas, y podrían hacernos daño, porque… si es así tendré que llamar a la policía, y tendremos que mudarnos a otra casa porque la policía no podrá garantizar nuestra seguridad, a otra casa muy lejos de aquí, en otra ciudad probablemente, y tendrás que cambiar de colegio, cariño, y dejarás de ver a tus amiguitos, a Eric, a Lucas, a Marco, no volverás a verlos nunca más… ¿quieres eso? No, verdad. No me enfadaré, amor, por favor, dile a mamá: ¿Abriste la cómoda de mi habitación? ¿fuiste tú quien la dejó así? (Tras unos segundos de temerosa indecisión, parece que el niño confiesa su culpa agachando la cabeza, mientras Inés continúa su letanía por lo bajo: “no me enfadaré, no me enfadaré”…). ¿Sí? ¿La abriste? ¿Eso es un sí? Mírame cuando te hablo, amor. ¿Eso es un sí? ¿Se te ha comido la lengua el gato, cariño? ¿No tienes voz? (enfadándose progresivamente) Es un sí. Abriste el cajón de mi cómoda. Hijo, ¿cuántas veces te he dicho que no quiero que toques las cosas de mi habitación? Muchas, ¿verdad? Y tú vuelves a tocar, cuando sabes que me molesta mucho. ¿En qué idioma hablo? Cuando digo una cosa es una cosa. ¡Punto! ¡A tu habitación! ¡Castigado!

Sin duda Inés faltó a su palabra: Sí se enfadó. Empezó muy dulce, pero terminó muy enfadada. Su enfado es progresivo. No quiere faltar a su palabra, pero no puede evitarlo. Tan pronto como su hijo confiesa, empieza a calentarse según habla. Y no puede parar. Este monólogo es útil para mostrar un arco de comportamiento. Un cambio de tono progresivo.

Variación:

Si el giro es brusco, repentino, el monólogo adquiere un tinte gracioso. En ese caso, el monólogo puede ser útil para mostrar la vis cómica de la actriz.

Preguntas frecuentes:

(responde Marc Egea)

¿Hay que pagar algo para utilizar este monólogo?
No.

¿Hay que pedir permiso para usar este monólogo?
No hace falta. Puedes utilizar cualquier monólogo para casting sin pedir ningún permiso.

¿Estos monólogos breves sólo pueden utilizarse en castings?
También puedes usarlos en tu videobook y/o subirlos a internet, o emplearlos como herramienta para tu entrenamiento actoral, lo que tú quieras.

¿Tengo que hacer constar la autoría del monólogo si subo un video a internet?
No hace falta, pero se agradecerá si lo haces. También puedes poner un enlace a la web, si quieres.

¿Cómo puedo saber cuándo escribes nuevos monólogos?
Aviso en Instagram cada vez que publico un nuevo monólogo para casting.