Emma: No está bien, me parece muy mal. ¿Qué quieren?, se quedó detrás de unas cajas, escondido, lo acabo de ver ahora, he venido corriendo a traerlo. Y ustedes, como agradecimiento, me castigan –porque… sí, esto es un castigo–. Ya sé que siete años es mucho tiempo, pero me parece injusto: lo llego a saber y no vengo, mire qué le digo, sí, y ese dinero que me ahorro, porque… ¿cuánto dinero es en total? No se preocupe, ya lo calculo yo. Cincuenta céntimos por cada día de retraso, ha dicho, ¿no? (Saca su teléfono móvil). A ver, siete años son… (teclea en el móvil) Doce meses por siete…: Ochenta y cuatro meses… Cada mes tiene, de media, treinta días… Eso son…: Dos mil quinientos veinte días… Dos mil quinientos veinte días por cincuenta céntimos día… Total a pagar…: ¡¡Mil dos cientos sesenta euros!! ¡Mil dos cientos sesenta euros por devolver un libro! ¡Y una mierda! ¡Ni se le ocurra cargarme eso en mi cuenta! ¡Qué se ha creído! ¡Borre mi domiciliación ahora mismo! ¡Están locos o qué! ¡Vaya norma de mierda! ¡Así nadie les va a querer devolver los libros! Te retrasas dos semanas y te cuesta más que un libro nuevo. Te despistas unos meses y ya te puedes pedir hipotecar tu casa. Y yo… ¿qué tengo que hacer yo? Pues suerte que ha aparecido el libro –porque iba a pintar la pared de mi habitación, porque he movido los muebles–… Se supone que una biblioteca tendría que promover la cultura, la urbanidad, los buenos valores, y a mí, ahora mismo, me está despertando los peores instintos, mire qué le digo… (Se le ha ocurrido algo) Teclee “Ciberíada”. “Stanislaw Lem”. Y “Cántico por Leibowitz”, “Walter M. Miller”. Y “Viaje al país de Orfir”, de “Mijaíl Cherbátov”. ¿Qué le sale? Oh, llevan unos cuantos años fuera. Uy, ahora que pienso, creo que los tengo yo, me acabo de acordar ahora. Qué fastidio. Seguro que todo el mundo está deseando leer esos libros y resulta que nadie los puede leer porque los tengo yo, vaya. Mire, le propongo algo: Perdóneme la multa y le traigo los libros ahora mismo… O de lo contrario… Cuando llegue a casa, los abriré y empezaré a arrancarles las páginas, una a una, despacito, raaaas… (imitando la rotura de una página con sádico placer), raaaaas…
Este monólogo empieza en tono realista y cotidiano, se eleva hacia la rabia y desemboca en un humor negro deliberadamente exagerado. Permite a la actriz lucir timing cómico, soltura verbal y capacidad para transitar hacia un registro mafioso sin perder la verosimilitud.
Sinopsis
Una joven devuelve un libro con buena fe… hasta que descubre que la biblioteca quiere cobrarle una multa desorbitada. Entonces Emma decide que, si no hay justicia, habrá chantaje.
Estilo
Realista y contemporáneo, con ritmo rápido, humor basado en la indignación, giro inesperado hacia lo mafioso, y lenguaje muy coloquial. La comedia surge del contraste entre lo cotidiano y la violencia verbal exagerada.
Tono
Primero indignado, luego airado y finalmente peligrosamente divertido. Oscila entre la comedia de frustración y el humor oscuro, con un cierre casi sádico en su imaginaria destrucción de libros .
Nivel de dificultad
Medio–alto: requiere cambios bruscos de registro, dominio del timing cómico, precisión en la escalada emocional y credibilidad en la mutación hacia lo amenazante sin perder naturalidad.
Edad y rango interpretativo
Ideal para intérpretes entre 18 y 30 años, pero adaptable a cualquier joven-adulta con energía y carácter.
Registros actorales que permite mostrar
Comedia de frustración
Indignación sincera
Rabia creciente
Ironía
Amenaza mafiosa
Humor negro
Inteligencia manipuladora
Cambio repentino de carácter
Determinación
Sombra violenta/jugosa del personaje
Tipo de casting donde funciona mejor
Comedia contemporánea
Personajes juveniles con carácter
Casting de cine/TV que requiera naturalidad + chispa cómica
Teatro con humor ácido
Pruebas de escuelas de interpretación que pidan un monólogo con “arco”
Personajes con lado oscuro pero tono cómico
A quién puede ser útil
Actrices jóvenes que quieran mostrar versatilidad
Intérpretes con facilidad para el humor y ritmo rápido
Estudiantes que necesiten un monólogo rompedor y memorable
Actrices que busquen demostrar energía y fuerza escénica
Casting directors que busquen personajes impulsivos y divertidos
Tema central
La lucha absurda entre ciudadanía y burocracia, llevada al extremo del humor negro.
Temas secundarios
Abuso de normas y sanciones desproporcionadas
Indignación ante la injusticia
Estallido emocional por la acumulación de frustraciones
Poder vs. impotencia
Transformación del carácter por la presión
La dificultad de hacer “lo correcto” en sistemas absurdos
Violencia latente en personas aparentemente normales
Motivación profunda del personaje
Emma quiere justicia y sentido común. Se siente tratada injustamente y necesita recuperar el control, que inicialmente busca por la vía racional y luego por la amenaza. En el fondo, su motivación es que la biblioteca reconozca que ella actuó bien… y que no la castiguen por hacer lo correcto.
Subtexto clave
“No voy a dejar que me hundan por un despiste. Si ellos no juegan limpio, yo tampoco.”
(O lo que dice: “Mil doscientos sesenta euros… ¡Y una mierda! ¡Borre mi domiciliación ahora mismo!” vs. lo que significa: “Me niego a ser víctima de su sistema absurdo.” )
Circunstancias dadas
Emma ha encontrado un libro extraviado por casualidad (estaba detrás de unas cajas)
Ha corrido a devolverlo con buena fe.
La biblioteca le impone una sanción enorme y rígida.
La norma es inflexible.
Emma empieza calmada y educada.
El cálculo de la multa (teléfono móvil) le revela una cifra absurda.
Sus quejas son ignoradas.
Decide que debe contraatacar.
Descubre que posee otros libros muy demandados… y los usa como amenaza.
Propuesta física
Inicio: postura abierta, sincera, casi inocente.
Manos activas al explicar cómo encontró el libro.
Al calcular la multa: gesto rápido, ansioso, teclear en el móvil en escena.
Crecimiento físico con cada indignación (mayor energía corporal).
Manos tensas, puños, pasos cortos y rápidos cuando explota.
Cambio radical al modo mafioso: mirada fija, inquietante, acercamiento lento, sonrisa mínima y peligrosa.
En el tramo final (raaaas): gesto teatralizado, sádico, pero controlado .
“Beat” o mapa emocional
Buena fe – Desea que la comprendan (“No está bien…”).
Incredulidad – No puede creer la multa.
Indignación – Explota ante lo absurdo (“¡Mil doscientos sesenta euros por devolver un libro!”).
Rabia creciente – Grita, exige, amenaza con cancelar la domiciliación.
Desahogo verbal – Insultos, quejas, ataques a la norma.
Desliz moral – “Me está despertando los peores instintos…” (transición) .
Iluminación mafiosa – Se le ocurre la idea de chantaje.
Poder – Enumera libros estratégicos que “tiene ella”.
Ultimátum – “Perdóneme la multa o…”
Sadismo final – Imita cómo arrancará las páginas (culminación oscura y divertida) .
Sensación para el espectador
El monólogo busca que el espectador sonría y se identifique al principio, y que enseguida note una ligera incomodidad, como cuando algo cotidiano se va de las manos y ya no sabes si seguir riéndote o no.
¿Se puede adaptar al género masculino?
Sí, perfectamente.
¿Qué habría que modificar?
Cambiar el nombre y pronombres (“Emma” → “Emilio”, o el nombre que se desee).
Mantener intacto el resto del texto, salvo ajustes mínimos de concordancia.
El tono mafioso encaja igual o incluso puede potenciarse desde la energía masculina, si se desea.
¿Cómo funcionaría interpretado por un actor?
Funciona muy bien:
La comedia de indignación es universal.
El contraste entre un chico aparentemente normal y su giro mafioso es explosivo.
En un actor, el momento final puede adquirir incluso un matiz más grotesco o más perturbador, según enfoque.
En resumen: es un monólogo unisex, adaptable sin esfuerzo, que conserva su fuerza y humor en cualquier género.
2 posibles enfoques
Básicamente, este monólogo permite 2 lecturas:
Versión más cómica, y
Versión más oscura / mafiosa.
Ambas lecturas funcionan bien con el texto original (sin necesidad de cambiar nada en el texto), pero generan energías muy distintas y permiten mostrar matices diferentes en un casting o en escena.
1. VERSIÓN CÓMICA
Fundamento: Enfado ingenuo + humor basado en la desproporción.
Objetivo actoral
Hacer reír por identificación: Emma actúa desde la sinceridad de quien se siente víctima de una injusticia absurda. La comedia surge del tono acelerado, la indignación torpe y las reacciones exageradas pero “humanas”.
Cómo es el personaje
Emma sigue siendo buena persona.
Está nerviosa, atropellada, indignada pero todavía “normal”.
La rabia es torpe, impulsiva, cotidiana.
Se ríe porque la situación es ridícula, y ella lo sabe.
Gestualidad y energía
Habla rápido, atropellada, mezcla frases.
Manos muy activas y expresivas.
Calcula la multa en el móvil con ansiedad cómica.
Gritos que salen “porque no puede más”, no por realmente ser violenta.
Al llegar al chantaje final, ella misma parece sorprendida por su ocurrencia.
Puntos clave de esta lectura
La comedia está en la escalada, no en la amenaza.
El público piensa: “Yo también reaccionaría así, ¡es absurdo!”
El “raaasss” final es más un juego infantil que una verdadera amenaza.
Sensación para el espectador
Carismática, divertida, un torbellino de indignación. Se ríen con ella.
2. VERSIÓN OSCURA / MAFIOSA
Fundamento: Amenaza real + humor negro.
Objetivo actoral
Hacer reír por incomodidad: Emma muestra un lado siniestro inesperado, una sombra peligrosa que se activa cuando siente que el sistema le aplasta.
Cómo es el personaje
Emma empieza normal… pero algo en ella está a punto de romperse.
El enfado muta en una calma peligrosa.
Parece una persona corriente que, de pronto, demuestra que tiene un lado oscuro.
Gestualidad y energía
Inicio tranquilo, casi dulce.
La indignación no es torpe: es fría y contenida.
Cuando hace cálculos, se concentra como alguien que prepara un golpe.
La transición hacia el chantaje mafioso es fluida y coherente.
La mirada fija, la sonrisa mínima, la voz más baja y firme.
Puntos clave de esta lectura
La comedia nace de la sorpresa: la chica dulce se convierte en una extorsionadora.
La amenaza es creíble, no un juego.
El “raaasss” final tiene placer sádico, casi sensual, lo que da miedo… y hace reír.
Sensación para el espectador
Impacto. El público piensa: “¡Pero qué demonios le pasa a esta chica!” Se ríen, sí, pero por la mezcla de incomodidad y brillante maldad.
¿Cuál elegir?
Elige la versión CÓMICA si quieres mostrar:
Frescura
Energía juvenil
Naturalidad
Ritmo rápido
Carisma simpático
Versatilidad en comedia
Espontaneidad
Elige la versión OSCURA si quieres mostrar:
Capacidad de transformación
Presencia escénica fuerte
Control del texto
Profundidad dramática
Dualidad (luz/sombra)
Matices psicológicos
Humor negro afilado
Preguntas frecuentes:
(responde Marc Egea)
¿Hay que pagar algo para utilizar este monólogo?
No.
¿Hay que pedir permiso para usar este monólogo?
No hace falta. Puedes utilizar cualquier monólogo para casting sin pedir ningún permiso.
¿Estos monólogos breves sólo pueden utilizarse en castings?
También puedes usarlos en tu videobook y/o subirlos a internet, o emplearlos como herramienta para tu entrenamiento actoral, lo que tú quieras.
¿Tengo que hacer constar la autoría del monólogo si subo un video a internet?
No hace falta, pero se agradecerá si lo haces. También puedes poner un enlace a la web, si quieres.
¿Cómo puedo saber cuándo escribes nuevos monólogos?
Aviso en Instagram cada vez que publico un nuevo monólogo para casting.