Ver mundo

Ana:  Me dijo –¿no te lo conté nunca?–, me dijo: Eres muy guapa, eres encantadora, lo pasamos muy bien en la cama, pero… no te lo tomes a mal, pero… Dijo: No te quiero mentir: Lo que pasa es que no quiero atarme, quiero ir más allá, quiero conocer mundo –¡“mundo”!–, quiero estar con otras (alucina sólo de recordarlo). Eso me dijo. Cuando decía “guapa”, “encantadora”, el tío quería decir “estás buena”, “me pones”, pero, por lo visto: no lo suficiente. Muy bien. Pues, nada, ahí me quedé. Lo bueno del caso –el karma–: que la primera que se le cruzó –la primera–, ¡pam!, al altar: casado, dos hijos. Toma ya. La primera. Me lo contó el sábado. ¿Cómo fue? Pues nada, de la manera más tonta. Estaba yo por ahí comprando, en el centro comercial, el sábado, y, oye, ¿a quién me encuentro? Al explorador. No lo conocí, te lo juro. Está más… Está menos… Yo salía de una tienda y él estaba sentado en los bancos esos que ponen para aparcar a los maridos. Tenía todo de bolsas…, y una cara de aburrimiento… Pues eso que me ve y se le ilumina la cara, y me dice: “¡Hola Ana, qué tal!”, besos, “¡Qué tal! ¡Qué bien te veo!”. El tío iba mirando hacia la tienda, así de reojo –tenía a la mujer dentro, comprando–. Y nada, hablamos un poco y eso, y va y se me acerca y me dice: “Qué tal si nos vemos una tarde, tomamos una cerveza, y me cuentas con más calma, si quieres vamos a tu apartamento y…” Y le digo: Y vemos mundo”. Y dice: “¡¡Sí!!” “Mira Javi”, le dije. “Yo ahora podría decirte que eres guapo, que eres encantador, que lo pasábamos muy bien en la cama y que, venga, que sí, que lo pasaremos de puta madre en mi casa viendo mundo un rato”… pero es que… No puedo. No puedo porque las tardes las paso con un tío cojonudo que conocí hace dos meses en Tinder. No es mi novio, es solo un tío. Y no puedo porque –no te quiero mentir– porque no puedo: Te veo gordo, te veo viejo y, la verdad, tampoco lo pasamos tan bien en la cama. Al menos yo. (Sonrisa de fin de conversación) (Ana se percata de algo) Te llaman. ¿Es tu mujer?

Monólogo breve, ágil y efectivo, que permite a la actriz lucirse gracias a su ritmo, su ironía y la mezcla entre ligereza y revancha emocional. Útil para explorar humor, subtexto y poder personal.

Sinopsis

Ana se reencontró por casualidad con el ex que la dejó “para ver mundo”… y aprovechó la ocasión para ajustar cuentas con una fina venganza.

Estilo

Realista, directo, coloquial y cargado de naturalidad; dialoga con un “tú” ausente, como si conversara con una amiga. Prima el ritmo conversacional y el humor ácido.

Tono

Irónico, juguetón, vengativo, ligeramente teatralizado; mezcla picardía, dolor antiguo y placer presente por la revancha moral.

Nivel de dificultad

Medio: requiere dominio del tempo cómico, manejo del subtexto emocional y capacidad para transitar entre la anécdota ligera y la herida aún latente.

Edad y rango interpretativo

Actrices de 25 a 40 años aproximadamente. Puede ampliarse según la estética y el contexto del casting.

Registros actorales que permite mostrar

  • Ironía y humor
  • Dolor escondido bajo la broma
  • Seguridad y empoderamiento
  • Autoafirmación
  • Ligereza coloquial
  • Seducción no explícita
  • Venganza elegante
  • Nostalgia transformada en poder
  • Sorpresa y revelación final

Tipo de casting donde funciona mejor

  • Comedia dramática
  • Drama contemporáneo
  • Series o cine de tono realista
  • Teatro de texto actual
  • Personajes femeninos urbanos, independientes, irónicos

A quién puede ser útil

  • Actrices que busquen monólogos con personalidad y humor
  • Intérpretes que quieran demostrar timing cómico
  • Casting para personajes fuertes y contemporáneos
  • Actrices que necesiten mostrar vulnerabilidad disfrazada de fortaleza

Tema central

La venganza emocional disfrazada de cordialidad.

Temas secundarios

  • El autoengaño masculino
  • La evolución personal tras una ruptura
  • El karma romántico
  • El empoderamiento femenino
  • El contraste entre pasado idealizado y presente decadente
  • La dignidad recuperada

Motivación profunda del personaje

Reafirmarse ante sí misma y demostrar que ha superado el abandono; necesita saborear el poder que antes no tuvo y cerrar una herida con humor y superioridad moral.

Subtexto clave

“Me dolió lo que me hiciste, pero ahora tengo el control; ya no te necesito, y quiero que lo sepas… sin que parezca que me importa.”

Circunstancias dadas

  • Ana fue rechazada por su ex con una excusa de “ver mundo”
  • Se reencuentran de manera fortuita en un centro comercial
  • Él está casado, con dos hijos y aburrido, esperando a su mujer mientras ella compra
  • Él insinúa un encuentro íntimo y repite el mismo patrón de seducción
  • Ana detecta la oportunidad perfecta para ajustar cuentas
  • Dirige el monólogo a una amiga, recreando la anécdota con gusto

Propuesta física

  • Movimiento leve y dinámico, propio de una narración animada
  • Uso expresivo de manos para citar palabras del ex (“encantadora”, “mundo”)
  • Pequeñas imitaciones del cuerpo del ex: gordo, cansado, mirando de reojo
  • Cambios de ritmo: pausas antes de las frases de impacto
  • Sonrisa final como “arma de remate”
  • Juego de proximidades, como si contara un secreto divertido

“Beat” o mapa emocional

  1. Recuerdo del rechazo – Molestia ironizada; orgullo herido.
  2. Burla del discurso del ex – Sarcasmo, exageración teatral, placer al narrarlo.
  3. “El karma” – Satisfacción contenida.
  4. Encuentro casual – Sorpresa divertida.
  5. Observación del ex actual – Superioridad, lucidez.
  6. Él propone verse – Repulsión disfrazada de educación.
  7. La venganza verbal – Gozo, control, elegancia hiriente.
  8. Cierre (“Te llaman. ¿Es tu mujer?”) – Triunfo silencioso, golpe final.
Sensación para el espectador

El monólogo busca que el espectador simpatice y sienta el pequeño gusto de ver cómo alguien devuelve una excusa con la misma moneda, sin rabia ni drama, solo con claridad y un punto de revancha tranquila.

¿Se puede adaptar al género masculino?

, perfectamente.

¿Qué habría que modificar?

  • Sustituir nombres y pronombres.
  • Adaptar el texto para que la situación romántica y sexual tenga coherencia con la perspectiva masculina.
  • Ajustar referencias como “Tinder” si se quiere mantener, pero no es necesario.

¿Cómo funcionaría interpretado por un actor?

Funciona muy bien: el monólogo conserva su ironía, su venganza emocional y su ritmo. En un hombre, podría adquirir un matiz adicional: la vulnerabilidad masculina frente al rechazo y la revancha moral sin agresividad. El humor y el subtexto seguirían siendo igual de potentes.

¿Variaciones?

Dos posibles variaciones, bastante sutiles:

  • La primera: Que no sea verdad que Ana está con un tío de Tinder. Ana puede estar sola, pero no quiere –en absoluto– que el imbécil que la dejó tirada piense que está sola desde entonces. Esta variación no supone un gran cambio pero añade un matiz.
  • La segunda: Que Ana no vea a Javi gordo y viejo, sino todo lo contrario. Pero dice verlo así por orgullo. Este matiz quizá es más marcado que el anterior.

Si se quiere, pueden aplicarse las dos variaciones al mismo tiempo.

Preguntas frecuentes:

(responde Marc Egea)

¿Hay que pagar algo para utilizar este monólogo?
No.

¿Hay que pedir permiso para usar este monólogo?
No hace falta. Puedes utilizar cualquier monólogo para casting sin pedir ningún permiso.

¿Estos monólogos breves sólo pueden utilizarse en castings?
También puedes usarlos en tu videobook y/o subirlos a internet, o emplearlos como herramienta para tu entrenamiento actoral, lo que tú quieras.

¿Tengo que hacer constar la autoría del monólogo si subo un video a internet?
No hace falta, pero se agradecerá si lo haces. También puedes poner un enlace a la web, si quieres.

¿Cómo puedo saber cuándo escribes nuevos monólogos?
Aviso en Instagram cada vez que publico un nuevo monólogo para casting.