dramaturgo y guionista
Noelia y Álex tienen una cena de exalumnos. A los dos les hace mucha ilusión reencontrarse con los viejos compañeros de instituto. De repente, parece que Noelia deja de estar ilusionada.
NOELIA: (irritada, sosteniendo una prenda de ropa, habla a su marido que está en otra habitación) En frío, en frío, en frío… las lavadoras se hacen en frío. Una vez que haces una y… toma, la haces en caliente. No me escuchas, cariño, no me escuchas. Las lavadoras se hacen en frío. Mira, se ha encogido todo. Estos pantalones antes me entraban, esta camiseta me entraba, las braguitas rojas me entraban… y ahora no me entran. No me entra nada. Todo pequeño. La próxima lavadora que compremos no tendrá programa caliente -será de las baratas- para que no puedas cagarla. ¿Me oyes? ¡Me pongo así porque le tenía mucho cariño a esta ropa, qué pasa! ¡Sí, le tenía cariño! ¡Y no quiero comprar ropa nueva! ¡Quiero esta ropa! Álex, no quiero ir. No quiero ir. No voy. Yo no voy. Mañana voy al cine, estrenan la de Amenábar. Sí, la voy a ver. ¿Cuánto hace que la estoy esperando? Me compro unas palomitas y ale, a ver la peli. Ve tú al baile si quieres. Yo no voy. También era tu curso, eh. Mierda de Facebook. Si he estado veinte años sin verlas será por algo. Todas operadas. ¿Has visto las fotos? Yo no voy. Y este espejo, joder, está descolgado, se ha vuelto a descolgar, Álex, mira, hace comba, qué horror, todo se rompe en esta casa. (Su marido le dice algo) ¿Resistencia? ¿Qué es una resistencia? Pues si también tiene rota la resistencia, con más motivo, tiramos la lavadora y compramos una nueva, una de las baratas, que solo lave en frío, para que no la vuelvas a cagar… Mira (vuelve a la prenda de ropa), qué pena. Me quedaba perfecta…
Indicaciones:
Noelia está negando la realidad. La lavadora no ha podido encogerle la ropa porque la lavadora no lava en caliente. Álex se lo está diciendo: la lavadora tiene la resistencia rota; no puede lavar en caliente. Pero Noelia no escucha. No quiere escuchar. Está obcecada. Se ve gorda y le echa la culpa a la lavadora. Se la echa a Álex. Se la echa a todo el mundo.
Lo que pasa es que está teniendo un ataque de pánico: su antiguas compañeras de clase se ven estupendas y ella, no. Y la cena de exalumnos es esa misma noche.
El monólogo es cómico. Tiene que notarse lo injusta que está siendo con Álex. Ahí está la gracia. Cuanto más habla más pone al descubierto todas sus inseguridades.