dramaturgo y guionista
Valeria: (está teniendo una conversación con su chico, seria, y le interrumpe para aclarar algo) Un momento. «No hay problema» no significa que no haya problema, «No hay problema» significa «No hay problema» solamente. ¿Entiendes?… (el chico no entiende, ella explica) Hace una eternidad, el chico con el que estaba saliendo -y llevábamos años saliendo- me propuso tener hijos y yo le respondí «no hay problema». Otro chico con el que salí después habló de adoptar un niñito de África -para hacer un bien al mundo- y yo le dije «no hay problema» (le dice con un gesto «¿entiendes?»). Mi siguiente novio me propuso comprar una casa juntos -que nos hipotecáramos juntos- y yo le dije «no hay problema». Y el siguiente novio que tuve -me salió con que teníamos que irnos a vivir a Escocia -porque él era de Escocia- y yo le contesté, «no hay problema»… Y aquí me tienes -así me conociste-: sin hijos, sin casa y sin haber pisado nunca Escocia… porque no me gustan los niños, la idea de hipotecarme me aterra y Escocia me parece feísima por lo poco que he visto en fotografías. Y lo cierto es que no les mentía cuando les contestaba aquello. Sí, pude haberles dicho: “creo que esto no funciona», «igual me estoy cansando de ti», «quizá deberíamos terminar”, pero… no sé, siempre me ha incomodado contrariar y… (pensando) quizá esperaba que, de alguna manera, ellos detectaran eso en mi tono de voz, no sé… Pero no mentía. Porque «No hay problema» no significa que no haya problema, «No hay problema» significa «No hay problema» y nada más, nada… es como callar y esperar que todo se vaya poniendo en su sitio de puro evidente. ¿Entiendes? (el chico no entiende) ¿Te lo vuelvo a explicar? No hay problema. No, no, tranquilo, te lo explico otra vez, no hay problema.
INDICACIONES:
Esta relación no tiene futuro.
Ninguno de los novios de Valeria fue el hombre de su vida. De lo contrario hubiese respondido: «Sí» o «No» o cualquier cosa, pero hubiese respondido algo, hubiesen hablado. Pero Valeria no tenía ganas hablar. Las relaciones habían llegado a ese nivel de tedio, de desilusión, en que ya ni apetece hablar. Estaban acabadas. Solo faltaba terminarlas. Algo que Valeria nunca supo hacer y… no SABE hacer, porque, por mucho que haya diagnosticado el problema y hasta incluso logre verbalizarlo y trate de afrontarlo… sigue fracasando.
¿Monólogo cómico o dramático? Pues la verdad es que admite ambos enfoques, si se quiere, pero yo apuesto por que no sea ninguna de las dos cosas. Valeria expresa una verdad, intenta abrirse, no pretende hacer reír ni causar lástima. Y está tan acostumbrada a no afrontar los pequeños problemas de pareja que, el día que trata hacerlo, fracasa. Pero fracasa discretamente. Sin risa ni llanto. Sin gracia ni pena. Como siempre evolucionaron las cosas.
¿Podría emplear este monólogo un actor? Perfectamente. Lo que le pasa a Valeria no es exclusivo de las mujeres. Puede ocurrirle a un hombre.
SUGERENCIAS:
Si el monólogo se graba en formato audiovisual (selftape, video, etc), admite que se le añada al final: «Hace una eternidad…» (dejando que acabe fundiéndose), sugiriendo así que todo va a repetirse.