dramaturgo y guionista
Aviso: Este monólogo es duro y podría herir la sensibilidad de algunas personas
Rubén: “Ojalá hoy muera una mujer apuñalada”. Desde hace tres meses, todas las mañanas, cuando me levanto, mi primer pensamiento es éste -hasta lo visualizo (viéndolo): tendida en el suelo en medio de un gran charco de sangre, una mujer apuñalada-. Luego, dedico un segundo pensamiento a recordarme a mí mismo que soy una buena persona. Una buena persona que solo quiere Justicia. Lo dije en la fase de instrucción, lo mantuve en la vista oral y lo repetí cuando me condenaron sin pruebas. “Justicia” consiste en meter al culpable en la cárcel y dejar al inocente fuera. Hoy, hay un inocente en la cárcel y un culpable fuera. Y sé que no admitirán este error hasta que todo el mundo lo vea. Por eso, todas las mañanas, desde hace tres meses, cuando me levanto, -con todo el dolor de mi corazón- pienso, deseo: “Ojalá hoy muera una mujer apuñalada”…
Indicaciones:
Éste es un monólogo duro, difícil, incómodo. Inicialmente parece el alegato de un psicópata pero en realidad es el grito desesperado de un inocente reclamando Justicia. Un grito sordo, un «grito» sentido y meditado al mismo tiempo -apasionado y racional-. Es una demoledora acusación contra la Administración de Justicia por condenar sin pruebas. Por ser injusta. La primera víctima es el protagonista. La segunda, la ciudadanía, que sigue proporcionando nuevas futuras víctimas sin saberlo.
Es de esa clase de monólogos que dedica el 90% del tiempo a desmontar la impresión que causa la primera frase. Una primera frase abominable… si se presenta fuera de contexto. La labor del actor consiste precisamente en proporcionar el contexto. El discurso del personaje es honrado, sincero. Así que animo al actor a pronunciar esa primera frase con firmeza, sin temor. Y mantener un tono firme, atrevido, durante todo el discurso, sin ocultar la tristeza y pesar que también embargan al personaje. Y así, para cuando pronuncie la última frase (nuevamente la primera), es muy probable que el espectador se haya pasado a su lado.
Es un monólogo de ritmo lento, muy pausado.
¿Puede representar este monólogo una actriz? No es un monólogo intrínsecamente masculino, así que no veo problema en adaptarlo. Si se hace, sugiero no obstante cambiar «mujer» por «niño» o «niña», puesto que el asesino auténtico aprovecha su posición de fuerza respecto a las víctimas (y el oyente va a pensar inicialmente que quien habla es una asesina).