dramaturgo y guionista
Norma parece sentir dolor. No obstante, su expresión denota también que está experimentando cierta clase satisfacción. Tiene las manos inmóviles en la espalda.
Norma: Basta. (No hay respuesta) Basta. (No hay respuesta) Ya basta. (No hay respuesta) Por favor, ya basta. (No hay respuesta) Basta (Norma se está enfadando) He dicho que basta (No hay respuesta) ¡Basta! ¿No me oyes? ¡He dicho que basta! (No hay respuesta; Norma toma aire, y habla alto y claro) Ya está bien, se acabó, para. (No hay respuesta) Te digo que pares, ¡se acabó! (No hay respuesta) No recuerdo la palabra clave pero no importa, para. Te digo que pares. Mira, la semana pasada era “calabaza”, la semana anterior era “escoba”, la otra “astronauta”, la de hoy se me ha olvidado pero te digo que pares… (No hay respuesta) ¡¡¡Paraaaa!!! (el dolor es muy molesto) Mira, en cuanto salga de aquí voy a ir a una comisaría de policía y te denunciaré por maltrato, sí, si, no te rías, les diré que me ataste y me torturaste y es la verdad: me estás torturando y me tienes atada ¡¡¡me quieres desataaaaar, malnacida!!! (No hay ninguna respuesta) ¡¡¡Bastaaaaaaa!!! (De repente) “Simposio”, ¿era “simposio”? (No hay respuesta) “Síncope”, ¿es “síncope”? (el dolor empieza a ser difícil de soportar) “Simpático” ¡¡es “simpático”!! ¡¡¡“Psicólogo”!!! ¡¡¡A la mierda la palabra, te digo que pares!!! ¡¡¡Para!!! ¡¡¡Para!!! ¡¡¡Para!!! ¡¡¡Para de una puta vez maldita psicópataaaaaaaaa!!!! (distensión; las manos de Norma se liberan; silencio)
(Norma respira; mira hacia delante y, en cuanto recupera el aliento, pregunta casi sin voz) ¿Era “Psicópata”?
EXPLICACIÓN:
Norma ha tomado parte en un «juego» consentido. Durante todo el monólogo, Norma siente dolor (dolor físico, auténtico). Al principio, no obstante, el dolor es satisfactorio. Lo que ocurre es que no puede detener el «juego» cuando ella quiere y la situación se vuelve incómoda, molesta y estresante. Cada vez más.
INDICACIONES:
Este monólogo permite a la actriz superponer sensaciones aparentemente opuestas o contradictorias, como son el dolor y el placer (en el comienzo del monólogo). Luego le permite hacer una transición, y evolucionar de la normalidad (la naturalidad) hacia enfado, hasta llegar casi a la histeria.
¿CÓMICO O SERIO?
Probablemente, lo que determine si el monólogo es cómico o serio va a ser la forma en que la actriz pronuncie la última frase: «¿Era «psicópata»?» Y lo que haga a continuación. La actriz está invitada a explorar diferentes maneras de terminar el monólogo y comprobar si se modifica la percepción del monólogo entero.
Monólogo indicado para actrices que quieran mostrar un registro físico, enérgico, contundente, no exento sin embargo de matices y sutilezas.
¿QUIÉN PUEDE REPRESENTARLO?
El protagonista de este monólogo es Norma, una mujer, pero perfectamente podría ser un hombre, de modo que puede ser representado sin ningún problema también por un actor. En cualquier caso, la recomendación es que sea representado por actores o actrices que hayan pasado sobradamente la mayoría de edad (o lo parezca).